Castillo del Sumo Inquisidor

*El Sumo Inquisidor Turpin caminaba contemplando el castillo.... Hacia mucho que no habia una ejecucion en el quemadero y echaba de menos los gritos de auxilio de los pobres que terminaban sus vidas con las llamas*

*Paseo por el castillo un nuevo dia*

Allen paseaba tranquilamente por el castillo, ansioso de una nueva mision, en ese momento vio al Sumo Inquisidor en persona, y se le acerco para hacerle una reverencia.

--Ah Allen... Precisamente tenia que hablar contigo... Necesito informacion sobre los hechiceros del Concilio Blanco...

--El joven principe? Me interesa... Puede ser un buen soldado.... Si somos capaces de converitrle...

--Pues bien, necesito que busques a algun tipo que pueda infiltrarse entre los rebeldes

--Perfecto...

Abro la puerta y entro con decision, me hacerco a ellos, hago una reverencia y digo:

- Aqui estoy, en que puedo servir-les? -digo un amplia sonrisa-

- Una misio del sumo inquisidor... Vaya, es un gran honor, decid de que se trata i juro que no fracasare en mi mission -digo con determinacion-

- Infiltración, traición, asesinato.... Me gusta - añado sonriendo- Me siento muy honrado de que confieis en mi para una mision de tal calibre, os aseguro que no os decepcionare -digo haciendo otra reverencia-

Sin perder la sonrisa que tanto me caracteriza digo:

- Aaaaaaa, el bueno de Kishua, si, si, lo recuerdo... -Cambio mi amable sonrisa por una sadica- Sera un placer poder, matalo -añado- Siempre y cuando sea necesario, claro

- Por supuesto, con vuestro permiso, me voy -hago otra reverencia y me giro-

Me dirijo hacia la puerta.

Oigo las palabras de Allen, sonrio para mi mismo. Llego a la puerta, la abro, salgo y la cierro.

"Bien, es la hora de la accion, Kishua, ha llegado tu hora"

- No creo que te habran -digo hacercandome a ella- Aqui solo abren a los que conocen, y tu no eres alguien conocida. Que haces aqui? -digo en todo momento con una sonrisa en los lavios-